lunes, diciembre 12, 2005

Compatriotas

Independiente y Nacional de Montevideo jugaban la final de la Copa Libertadores de América de 1964. El Negro Rolán, fiel a su costumbre, le entró muy fuerte al wing que le tocaba marcar apenas comenzó el partido. En este caso, el uruguayo Domingo Pérez, después de la patada, con mezcla de asombro y dolor, le reclamó desde el suelo. "Pero, Negro, ¡somos compatriotas!". "¿Y qué querés, que te cante el himno", le replicó Rolán.


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