Se sigue hablando de la expulsión

Sigue teniendo repercusiones a nivel mundial el cabezazo que le propinó Zinedine Zidane al italiano Marco Materazzi, y los medios internacionales se pelean para adivinar qué fué lo que originó la reacción del francés.

Se ha hablado mucho sobre el tipo de insulto que, supuestamente, le dijo Materazzi: algo relacionado con su origen argelino en términos racistas (The Guardian), sobre un supuesto dopaje cuando estaba en las filas de la Juventus (The Independent) o, simplemente, cualquier despropósito contra su familia (O Globo). Esta última es la que está tomando más fuerza.

El central italiano apunta que le tiró de la camiseta durante unos segundos a Zidane , a lo que el francés respondió "superarrogante y me dijo: si de verdad quieres mi camiseta, yo te la doy luego", y el italiano contestó con un insulto.
Al ser preguntado por el insulto concreto, señaló que fue "uno de esos que se oyen decir decenas de veces y que se nos escapan a menudo en el campo". Además, aseguró que no injurió a la madre del francés porque para él "la mamá es sagrada porque yo perdí a mi madre con 14 años". Cuando le preguntaron sobre el supuesto insulto racista dijo: "yo no soy culto y no sé ni siquiera que es un terrorista islamista".

También expresó: "No soy un diablo. Admito que cometo errores, pero júzguenme como un hombre. Me cansaría mencionarles las muchas veces que a mis hijos le han dicho en la escuela que soy un monstruo".

Por otra parte, el defensor francés William Gallas salió a pegarle a Materazzi: "Cuando hay un jugador muy provocador y te dice cosas en el campo de juego y se hace el bravo, te da mucha bronca y lo quieres asesinar. No dudaría, le rompería la cara"